La Concejalía de Igualdad dirigida por la segunda teniente de alcalde Elena Álamo Vega está desarrollando entre el alumnado de los cinco institutos de Secundaria y los dos Centros de Educación Obligatoria (CEOs) del municipio de San Bartolomé de Tirajana una intensa campaña preventiva y de concienciación sobre los trastornos en la conducta alimentaria.
Dicha campaña, que profundiza en las repercusiones físicas y mentales y en en los problemas médicos y psicológicos que provocan la anorexia, la bulimia o los atracones, está siendo impartida por la joven nutricionista dietética y clínica Claudia Rodríguez Hernández, responsable de los códigos de los menús y dietas de la Residencia municipal de mayores de la Aldea de San Nicolás y del CEO Mogán.
Elena Álamo destaca que esta iniciativa se puso en marcha a mediados del pasado mes de abril “con el objetivo de concienciar a los estudiantes y al profesorado sobre los riesgos y consecuencias de los trastornos alimentarios, proporcionarles estrategias efectivas de prevención y promover una relación saludable de la alimentación, el cuerpo y la autoimagen”.
La campaña, que ya ha llegado de forma específica a 215 estudiantes de distintos cursos de los IES Faro de Maspalomas, Támara, El Tablero I-Aguañac y el CEO Tunte y que este jueves se desarrollará con otros 34 alumnos del CEO Pancho Guerra de Castillo del Romeral, está articulada estrechamente con los propios centros educativos, que son los que proponen los cursos y clases beneficiarias según las necesidades detectadas.
La dietista Claudia Rodríguez Hernández sostiene que “en general, los jóvenes suelen experimentar cambios emocionales, físicos y sociales, que pueden influir significativamente en la percepción de sus cuerpos y en la relación con su alimentación. Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son problemas de salud mental, que afectan principalmente a adolescentes, y por eso la detección temprana desde los centros de Secundaria es de vital importancia”.
Las encuestas que se están realizando al alumnado participante en esta campaña ponen de manifiesto que casi un 62,5% de éstos suelen saltarse comidas, que el 67% ha recibido alguna vez comentarios negativos sobre su aspecto físico; que el 54% no se encuentra satisfecho con su peso; que el 37,5% ha experimentado culpa después de comer y además se comparan físicamente con los demás. Los cuestionarios revelan que hay estudiantes que mantienen una mala relación con la comida, que hay jóvenes que entre los 12 y los 17 años han hecho dietas para bajar de peso y que incluso se sienten incómodos al comer con gente.
La campaña se clausurará el próximo jueves 23 de mayo con el alumnado de primero de Bachillerato del IES Amurga. A su término, 300 estudiantes de 3º de ESO y de 1º de Bachillerato de este municipio habrán aprendido cómo los estándares de belleza y la presión social influyen en la percepción del cuerpo, y a identificar los factores individuales y sociales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de conducta alimentaria.