El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y los vecinos de Castillo del Romeral y Juan Grande afectados por la invasión de de tierra en suspensión han mantenido una reunión informativa donde el alcalde Marco Aurelio Pérez Sánchez explicó las gestiones que el Consistorio está llevando a cabo para intentar solucionar el problema.
Marco Aurelio Pérez dio a conocer que el Ayuntamiento, con el permiso de los propietarios del suelo desde el pasado 6 de agosto, ya está llevando a cabo desde este mismo martes a lo largo de la calle Tambor, en la urbanización residencial Montecastillo donde residen los vecinos más afectados, la plantación de una barrera vegetal con una partida inicial de 300 casuarinas equisetifolias.
Esa barrera verde también se compondrá de plantaciones de tuneras para impedir el paso bajo de la tierra, y de un muro-pretil de un metro de altura cuya construcción, presupuestada en unos 181.724,87 euros, tendrá que sacarse a licitación pública, previsiblemente en la primera semana del próximo mes de enero. “Por una cuestión de plazos”, según explicó el alcalde, porque la normativa presupuestaria vigente obliga a que las obras estén terminadas a 31 de diciembre o el dinero se pierde, y habrá que buscar esa partida, meterla en el Presupuesto y aprobarla en pleno
Por otro lado, el Ayuntamiento y los vecinos afectados, que solicitan la actuación directa sobre el foco del problema para erradicarlo, acordaron la realización de un estudio técnico geológico independiente que contemple la composición, origen o procedencia de la tierra, su recorrido y afecciones. El alcalde propuso que el técnico fuera nominado por los propios vecinos y el Ayuntamiento asumirá los costes del trabajo. El mismo estudio incluiría las afecciones de tierra sobre el barrio de Juan Grande.
La colaboración
También se acordó recabar nuevamente la colaboración del Ayuntamiento de Santa Lucía, del Consejo Insular de Aguas y el Cabildo para que colaboren en la solución del problema, e informen sobre la situación administrativa y las condiciones ambientales de la explotación minera que llevan a cabo las machacadoras del Barranco de Tirajana.
Ni el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ni los vecinos afectados por las corrientes de tierra se sienten satisfechos con las conclusiones del primer informe sobre la actividad de las machacadoras elaborado por el veterinario del Servicio de Salud Pública el Ayuntamiento de Santa Lucía. En contra de lo que concluye dicho informe, los afectados sostienen que el grueso del polvo tiene su origen “en los numerosos cúmulos del material arenisco que las tres machacadoras en activo en el Barranco de Tirajana están acumulando en pirámides que sobrepasan la altura por falta de salida por la escasa demanda para la construcción”.
Los vecinos, que apelan por su salud y temen tener que abandonar sus casas si persistiera el problema de la tierra, no desean la paralización de la actividad empresarial de las machacadoras “porque ya trabajaban desde hace muchos años y no teníamos este problema tan gordo”, dicen, pero sí conocer si están cumpliendo con todos los permisos y con las medidas correctoras necesarias para llevar a cabo su producción.
Como medidas de actuación más inminentes, el Ayuntamiento y los vecinos también convinieron intensificar la periodicidad de la limpieza viaria de la urbanización Montecastillo, de sus imbornales y alcantarillas, y la retirada de la tierra acumulada a una planta de tratamiento de residuos. El Ayuntamiento también asumió solicitar a los propietarios de los terrenos adyacentes la limpieza de los invernaderos y la posibilidad de que retiren los montículos de tierras y compacten sus terrenos.