El Pilar representado en la carreta era el lugar en el que la gente del pueblo se reunía, lo que hacía del mismo un espacio de relación socio-comunitaria en pleno centro de Valsequillo (junto al Ayuntamiento y detrás de la Iglesia). A primera hora del día, largas colas de personas se reunían para ir a recoger agua, que luego era transportada en bernegales de barro, cacharros de lata y, posteriormente, de plástico. Otra de las técnicas usadas para su transporte fueron los recipientes colgados a ambos lados del cuerpo mediante ganchos.
El crecimiento y la consolidación de Valsequillo como pueblo no hubiese sido posible sin el agua. La fertilidad de sus tierras, junto a la abundancia de fuentes y manantiales dieron origen a los primeros poblados antes y después de la conquista. En el siglo XIX, los gobernantes dieron protagonismo a al abastecimiento de agua a la población, hecho que se popularizó con la proliferación de cantoneras, piletas, canales, albercas, fuentes, lavaderos, minas, chorros o pilares, entre otros.
“Las carrozas de Valsequillo siempre han tenido una gran aceptación entre las miles de personas que acuden a presencia la Romería, y espero que este año toda la isla también disfrute de la creación de los vecinos de Los Llanetes”, indicó el Alcalde de Valsequillo, Francisco Atta. El primer edil animó igualmente a la población a acudir a Teror para arropar a la carroza del municipio e, igualmente, animar y aplaudir a todas las que participarán el próximo miércoles en la ofrenda a la patrona de Gran Canaria.