Una inspección rutinaria llevada a cabo por la unidad de la Policía Local adscrita a la Concejalía de Transportes y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha culminado esta semana con la eliminación de la actividad de los tuk-tuks que venían operando hasta ahora en la zona turística de este municipio.
La Policía Local comprobó en dicha inspección que la empresa titular de estos triciclos de funcionamiento eléctrico y con capacidad para 6 pasajeros además del conductor, con sede mercantil en la capital grancanaria, venía operando sin permiso en el ámbito de Maspalomas infringiendo además la Ordenanza Municipal de Transportes.
La Concejalía de Transportes y Movilidad Urbana, dirigida por el sexto teniente de alcalde, José Carlos Álamo Ojeda, ha verificado que la empresa desarrollaba la actividad sin la necesaria licencia municipal y careciendo además de la tarjeta de transportes del Cabildo Insular e incluso de las hojas de reclamación. Además, el conductor del vehículo inmovilizado durante la inspección ejercía la actividad sin el preceptivo conocimiento de idiomas que se requiere a los guías turísticos.
La denuncia abierta a la empresa de los tuk-tuks, con la advertencia de la inmovilización e incautación de los vehículos en el caso de que reanude la actividad, ha provocado la rescisión inmediata del contrato de prestación de servicio de excursiones dentro de este municipio que un importante touroperador internacional había firmado con ella el pasado 18 de enero. Dicho contrato, que había entrado en vigor el pasado 1 de mayo, estipulaba su finalización el 30 de abril de 2025.
La empresa, con 10 de estos vehículos de transporte habituales y característicos de las ciudades asiáticas, ofertaba por 149 euros excursiones familiares diarias de 90 minutos de duración, con recogida en los hoteles y paradas en las Dunas de Maspalomas y en los miradores de San Agustín y de la Avenida de Francia.
La prestación del servicio de esas excursiones que se vendían en Internet como “no aptas para sillas de ruedas” y como “una aventura para disfrutar de unas instantáneas épicas en lugares claves con vistas de Instagram Gold”, incluía en el contrato con el touroperador la entrega de un regalo a cada familia de viajeros, consistente en una cajita de suspiros de Moya y una botell