La Demarcación de Costas de Las Palmas ha presentado un informe desfavorable y propone el archivo del proyecto presentado en febrero de 2019 por Dismare Inmobiliaria, donde planteaba la ampliación del espigón del Faro de Maspalomas, con el que pretendía extender esta superficie hasta los 4.886 metros cuadrados, con un perímetro de 505 metros, para crear un servicio de embarque y desembarque de usuarios de barcos turísticos.
En la reunión, presidida por la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Concepción Narváez, estuvieron también el concejal de Turismo, Alejandro Marichal; el concejal de Playas, Vicente Herrera; y la concejala de Seguridad, Inés Rodríguez. En la misma, los representantes de la Demarcación de Costas de Canarias informaron que se había elevado a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, la solicitud de concesión con informe negativo, por la existencia de oposiciones del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Cabildo de Gran Canaria, Capitanía Marítima de Las Palmas, el Gobierno de Canarias y parte importante de la sociedad canaria, por la inseguridad que genera este tipo de instalaciones en la zona y la posible afectación al medio natural.
La alcaldesa, Concepción Narváez, destacó la implicación de todas las administraciones competentes que “han presentado informes en contra de este proyecto y que han permitido que Costas emita este informe negativo”. Por su parte, el concejal de Turismo, Alejandro Marichal, quiso agradecer “el compromiso y la actuación inmediata” de ciudadanos y colectivos sociales, que en el momento del anuncio del proyecto presentaron 132 oposiciones al proyecto y quienes, con su iniciativa, consiguieron recoger 6.834 firmas, a través de la plataforma change.org, mostrando su rechazo a la infraestructura. Dichas firmas figuran en el informe presentado por Costas y “deja claro el sentir de los vecinos de la zona, ante uno de los edificios más emblemáticos de Maspalomas y del municipio”, concluyó Marichal.
Costas recoge en su informe las alegaciones presentadas por las distintas administraciones que indican, entre otros motivos, que dicho proyecto no es seguro para los usos que se pretende dar al espigón, que se encuentra fuera de cualquier planeamiento aprobado para la zona y que el espigón se halla dentro de los límites catalogados como Bien de Interés Cultural. Además, señala que para su acceso sería necesario permitir el tráfico rodado, lo cual es incompatible por la afluencia masiva de personas en la emplazamiento; que este proyecto no es necesario ni cuenta con una demanda social o de logística que haga imperioso su desarrollo y que pone en peligro los hábitats de flora y fauna de la emplazamiento.